108 Puzzlespiele plantea como objetivo un trabajo de correspondencias que gira en torno al escombro y a los procesos de reconstrucción colectivos emprendidos por mujeres.
La instalación surge del registro fotográfico realizado en tres sitios en proceso de demolición, ubicados en la ciudad de Düsseldorf. La conformación de este registro sirvió de base para la realización de 108 puzzles que fueron enviados a Chile a 108 mujeres procedentes de diversos ámbitos sociales. Ellas tuvieron como tarea armar y, posteriormente montar estos puzzles como parte de una instalación.
Los 108 rompecabezas fueron emplazados en el piso de una de las salas del museo a partir de un diseño compuesto por tres figuras irregulares. Mediante estas figuras se buscó reconstruir una imagen fragmentada de estos tres sitios de demolición.
En forma paralela, tanto los sobres de envío como las cajas de empaque de cada puzzle fueron exhibidos en dos muros de la sala; esto, como una forma de constatar las fases que dieron forma a este proyecto.
Finalmente, la instalación contempló la exhibición de una secuencia fílmica en blanco y negro en la que se muestra el trabajo de reconstrucción, posterior a la segunda guerra mundial, de las ciudades alemanas emprendido por un grupo de mujeres.
108 Puzzlespiele fue exhibida en el marco de la exposición individual de igual nombre, exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo, Santiago, Chile.