A través de esta instalación se plantea una lectura del paisaje originada en los conceptos de destrucción y reconstrucción. Ambos conceptos son el resultado de una reflexión en torno a la idea de ruina como tema de inspiración.
Esta instalación cuenta con una pintura de un paisaje de autor desconocido y dos antiguas sillas de madera, objetos que fueron previamente cortados con el objetivo de ser dispuestos en ciertos lugares estratégicos. De igual forma se pintaron dos muros de la sala de color azul y naranja. La ubicación de estos objetos unida al color de los muros permitió al espectador reconstruir ópticamente una nueva percepción del espacio.
De forma paralela, Landschaft exhibe un conjunto de escombros obtenidos de la demolición de una antigua construcción del centro de Düsseldorf. Con ellos se reconstruyeron los cimientos de un espacio inexistente que evoca el vínculo entre paisaje y ruina heredado del romanticismo alemán.
La instalación formó parte de la exposición individual Landschaft, muestra realizada en la Galerie Atelier am Eck en la ciudad de Dússeldorf, Alemania.