Video, color HD, 4’00 min.;
Sala Sanderhaus, Documenta 15, Kassel, Alemania.
La planta del nopal (Opuntia ficus-indica) es considerada en la mitología azteca como la planta de la vida, ya que aparentemente nunca muere. Su origen mítico se atribuye a la venganza del príncipe azteca Copil contra Huitzilopochtli, deidad que lo mandó a asesinar, arrancándole el corazón y enterrándolo en unos peñascos. Como consecuencia de esta violenta acción nace la primera planta de nopal.
A través de la imagen de un nopal-tuna injertado se busca reconfigurar este ciclo vital atendiendo a las particularidades de un fruto que se transfigura de lentamente. Esta acción es acompañada de una frecuencia cardíaca que acentúa dicha transformación y marca el ritmo de la acción. Mediante esta pieza de video se propone una reflexión en torno la condición frágil y cíclica de todo cuerpo orgánico.